¿Los agentes conversacionales basados en inteligencia artificial, como ChatGPT, cuestionan la pertinencia y el valor de recurrir a un asesor?

😉Antes de nada, volvamos a lo básico. ChatGPT (si estamos llegando a la versión 4, es porque hubo unas cuantas versiones antes) fue desarrollado por una empresa llamada OpenAI.
Una empresa cofundada por Elon Musk que, antes de marzo de 2019, estaba registrada como organización sin ánimo de lucro. Su objeto social es «promover y desarrollar un razonamiento artificial con rostro humano que beneficie a toda la humanidad».

Tras la exposición exponencial de esta innovación desde noviembre de 2022, que puede perturbar nuestra relación tanto con el teclado como con la facilidad superficial de encontrar respuestas probables a todas nuestras preguntas, necesidades de soluciones y proyecciones para convertirnos en expertos con 80 caracteres de preguntas, se sucedieron las cuestiones normativas y éticas, y una multitud de informes que cuestionan la futura desaparición, en el mejor de los casos, de algunas decenas de profesiones, en el peor, de varias ramas de actividad.

Estas pocas líneas tratarán sobre la profesión de consultor. ¿Qué es un consultor? Generalmente, se contrata a un consultor para resolver un problema o aportar conocimientos específicos en un campo concreto, mientras que a un coach se le contrata para ayudar a un individuo o a un equipo a alcanzar objetivos personales o profesionales, identificando y superando obstáculos. En otras palabras, un consultor es un experto que proporciona asesoramiento específico, mientras que un coach es un guía que ayuda a desarrollar las habilidades y los recursos del individuo o del equipo».

En Axone Consultant, y con otros colegas, preferimos decir que se trata de una profesión que implica la movilización de uno o varios ámbitos de competencia que serán el resultado de una experiencia y un aprendizaje intensivos sobre uno o varios temas especializados, que se pondrán a prueba en realidades operativas, con las naturalezas humanas que componen un equipo, un departamento o toda una estructura, permitiendo, a la luz de las dificultades encontradas y/o de los objetivos perseguidos, elaborar recomendaciones y vías de avance eficaces, incluso eficientes, adaptadas a sus contextos.

Al fin y al cabo, ¿esta herramienta y las demás versiones o programas informáticos que surjan amenazarán el trabajo de un consultor? El elemento humano sigue siendo esencial en nuestro trabajo, la interacción, el contacto, la capacidad de comprender rápidamente un problema que va más allá de un proceso, un punto de equilibrio o un funcionamiento normativo. Auditamos, en nuestro campo de especialización, sintetizamos, sopesamos, para identificar la mejor forma de hacer propuestas para apoyar a nuestro cliente, nuestro socio, que se pregunta si puede confiar en nosotros.

El conocimiento teórico y el flujo de información pueden sintetizarse y dirigirse mediante este tipo de herramientas en el ámbito de los agentes conversacionales, pero, en nuestra opinión, estas respuestas se relativizarán en relación con nuestro conocimiento teórico y experiencial y, sobre todo, con nuestra relación con las personas, porque eso sigue siendo lo esencial.
No debemos olvidar que la esencia de nuestro trabajo es proponer las soluciones más adecuadas para nuestras áreas de especialización, basándonos en las herramientas que tenemos a nuestra disposición: formación, experiencia sobre el terreno, experiencia con los clientes, libros, tesis, motores de búsqueda y, ahora, inteligencia artificial.

Por tanto, creemos que los agentes conversacionales basados en la inteligencia artificial, como ChatGPT, nos permitirán consolidar nuestra experiencia para seguir ofreciendo nuestro valor añadido humano de apoyo y asesoramiento.