La contribución de la pedagogía activa, como pedagogía alternativa, para animar a los jóvenes adultos a arraigarse en sus recuerdos

Teniendo en cuenta sólo estos dos hechos, Francia está bien posicionada. En cuanto al gasto, en 2017 Francia ocupó el 6º lugar en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), con un nivel estimado del 6,7% del PIB, todos los niveles de educación combinados.
En materia de educación y según la encuesta PISA 2015 (Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos), el nivel de los franceses de 15 años en comparación con otros países de la OCDE no es perfecto, con los siguientes resultados: 26º en ciencias, 19º en lectura y 26º en matemáticas.

Pero la educación no es sólo una cuestión de clasificaciones, cifras y gasto público. Educar es, ante todo, tener en cuenta a tus alumnos, utilizar la pedagogía, transmitir conocimientos, interactuar con individuos de orígenes sociales diferentes, con una historia y un bagaje complejos y particulares.

Significa apoyar a públicos con expectativas específicas y una capacidad de aprendizaje variada e individualizada. Por ello, hemos optado por abordar la siguiente cuestión: cómo la enseñanza activa, como pedagogía alternativa, ayuda a los jóvenes adultos a afianzar sus recuerdos.

Se intentará dar una primera respuesta sintética a este problema, examinando primero las distintas formas de enseñanza, después los conceptos de aprendizaje y anclaje en la memoria y, por último, cómo contribuye esta forma de enseñanza a la transmisión de conocimientos a los adultos.

Las teorías educativas se utilizan para construir marcos conceptuales y de actuación con el fin de desarrollar metodologías que promuevan la transferencia de conocimientos y habilidades. Se han identificado siete teorías educativas principales:

• Espiritistas
• Personalistas
• Psicocognitivo
• Tecnológico
• Sociocognitivo
• Social
• Académico

Estas diferentes teorías de la educación están relacionadas con las diversas formas de enfoque, de las que hay cuatro:

• Conductistas
• Cognitivistas
• Humanistas
• Aprendizaje social

Al igual que las teorías de la educación, los enfoques en este campo también relacionan, o no, los métodos y técnicas de enseñanza con el entorno en el que se desenvuelve el alumno y su capacidad para captar e integrar los distintos tipos de conocimientos transmitidos.

En el contexto de este tema, que trata de la diferenciación entre la llamada pedagogía clásica (teoría académica -en la que el enfoque pedagógico se centra en la transmisión de conocimientos independientemente del entorno o la experiencia de los alumnos- y principalmente la teoría conductista) y la llamada pedagogía alternativa (principalmente las teorías personalistas, teorías cognitivas y constructivistas – en las que se hace hincapié en el individuo y en su capacidad de aprender, convirtiendo al alumno en un participante activo en el proceso de cognición y asimilación de conocimientos). La importancia crucial de estos distintos enfoques teóricos se refleja en el lugar que se otorga al alumno dentro del proceso de aprendizaje.

Podemos ver que las teorías educativas evolucionan con el tiempo y con las aportaciones de distintos autores.

De Rousseau a Freire, pasando por Dolto y Korczak, cada autor ha aportado un elemento revolucionario al diseño y desarrollo de los métodos de enseñanza.

Así pues, a pesar de las diferencias de enfoque, el alumno (ya sea niño o adulto), y la forma en que se le apoya, mediante distintos métodos de enseñanza, sigue siendo la sustancia principal de los distintos conceptos presentados y argumentados.

Si el conocimiento del alumno es innato o evoluciona a través de la experiencia y el entorno, dependerá del papel del pedagogo, instructor o educador. Así que la importancia de crear herramientas para transmitir el conocimiento es fundamental.

En el apartado anterior se han descrito brevemente los distintos enfoques de la educación. Se ha demostrado que diferentes corrientes y diferentes teorías explican la forma en que se transmiten la educación y el conocimiento.
Lo importante es la forma en que el alumno, sea cual sea su edad, integra los conceptos y enseñanzas transmitidos. Las teorías del aprendizaje, como las de la educación, también han evolucionado con los autores y la evolución del conocimiento. Desde Piaget, pasando por Dewey, Lewin, Kolb en 1984, Hill y, más recientemente, Furnhan en 1992, se han desarrollado y planteado distintos enfoques del aprendizaje. La forma en que los individuos memorizan, aprenden y reutilizan sus conocimientos ha sido objeto de diversas investigaciones y teorías. Algunos aspectos tratan de los comportamientos de aprendizaje a través de canales sensoriales (auditivo, visual, cinestésico), otros de la forma en que el individuo recoge la información y la codifica (memoriza) desde un punto de vista cognitivo. Kolb identificó cuatro perfiles de alumno:

• El divergente: se caracteriza por una propensión a imaginar
• El convergente: la persona que aplicará
• El acomodaticio: la persona que actuará, se centrará en los hechos
• El asimilador: la persona que se centra en conceptos y hechos teóricos

Aunque estos elementos aportan información importante sobre los perfiles de los alumnos, los diversos estudios existentes no proporcionan información completa, unánime y exhaustiva sobre cómo se produce el aprendizaje a nivel individual.

Si nos fijamos en la psicología cognitiva, también aquí los distintos estudios se centrarán en la forma en que memorizamos, pero no en la forma en que se lleva a cabo el aprendizaje según el tipo de individuo.
Desde el punto de vista psicológico, la memorización de conocimientos también ha sido objeto de investigaciones y teorías: cálculo de la duración de la memoria, métodos de memorización a corto y largo plazo, llegada de la neurociencia… Melton (1970), por ejemplo, demuestra en sus investigaciones que el aprendizaje de un concepto o de un elemento aislado se verá facilitado por la presentación a intervalos regulares y de forma sucesiva. Pero tampoco en este caso proporciona información completa sobre los métodos que deben utilizarse para optimizar la transmisión de conocimientos a los distintos tipos de alumnos.

Por ello, proponemos distintos métodos de enseñanza para favorecer la asimilación de los conocimientos, de forma adecuada a la edad evolutiva, a la experiencia del individuo y a su desarrollo cognitivo.

En consecuencia, el papel del profesor consistirá en desarrollar herramientas adaptadas a la edad de los alumnos, para favorecer lo que se conoce como anclaje en la memoria, o lo que es lo mismo, la capacidad de un individuo para retener y reutilizar los conceptos que ha aprendido, a corto y más o menos largo plazo.

La enseñanza activa es uno de los métodos alternativos de aprendizaje, por lo que el papel del alumno es fundamental. La secuenciación didáctica, la construcción de herramientas, la evaluación y la benevolencia son elementos clave en el diseño de la actividad docente. El formador, el pedagogo, pasa de un papel de conocedor (la llamada enseñanza tradicional) a un papel de facilitador.

El profesor ya no es el poseedor del conocimiento, sino que pone «música» a los instrumentos necesarios para transmitirlo con fluidez y sin juicios.

La enseñanza activa, ya sea en forma de juegos, teatro-fórum, juegos de rol o simulaciones diversas, parte de los conocimientos que hay que impartir, que descompone, ordena y coordina en beneficio del alumno (fase previa de la formación) y adapta a medida que avanza el aprendizaje.

Así, se tienen en cuenta las diferentes edades, trayectorias vitales y puntos de vista personales a medida que avanza la formación, y corresponde al profesor combinar la enseñanza diferenciada, el escalonamiento de la transmisión de conocimientos y la introducción de momentos de retrospección para evaluar la transmisión de conceptos, con el fin de adaptar cada objetivo didáctico a los «momentos» de aprendizaje y comprensión de los alumnos.

Como señala Korczak en su libro «Les moments pédagogiques», la atención del profesor debe centrarse totalmente en los alumnos. Así pues, adaptar las secuencias al ritmo de aprendizaje de los alumnos, tomar distancia del tiempo que tardan en asimilar los conceptos transmitidos y las dificultades encontradas, y comprenderlos de forma individual es el principal reto para un profesor que trabaja según las teorías y los preceptos de la enseñanza alternativa, en este caso, la enseñanza activa.

Aunque la empatía y la capacidad de escucha necesarias, diferenciadas y adaptadas a cada alumno, requieren un esfuerzo y son diferentes de los métodos de enseñanza tradicionales, es beneficioso para los alumnos que el objetivo que persigue el profesor sea optimizar la memorización y el uso de los conocimientos transmitidos.

Invertir el paradigma de la transmisión unilateral de conocimientos del profesor al aprendiz, receptáculo del conocimiento, permite al profesor explotar sus conocimientos y diseñar las herramientas adecuadas para que el aprendiz se interese por el material didáctico, lo cuestione, lo desafíe y lo asimile.

Al deconstruir los métodos de enseñanza tradicionales y el modelo de escuela, y refundir los papeles de cada uno escuchando y prestando atención, los aprendices se encuentran en una posición de consideración (tanto en lo que respecta a su propia carrera como a sus expectativas), y abordan la sesión de transmisión de conocimientos no como una obligación, sino como un compromiso.

Axone Consultant apuesta por la pedagogía con un equipo profesional, y se implica a fondo en estos métodos para situar al alumno en el centro del proceso de aprendizaje y favorecer así la transmisión de conocimientos y habilidades de forma divertida y óptima.